El clima muy caluroso puede hacer que le resulte más difícil enfriarse.
Signos y síntomas de una enfermedad relacionada con el calor
Los calambres musculares pueden ser el primer signo de una enfermedad relacionada con el calor.
Los síntomas incluyen sudoración intensa y espasmos musculares dolorosos, a menudo en el abdomen, los brazos o las pantorrillas.
Qué hacer:
- Interrumpa la actividad y muévase a un lugar más fresco
- Beba agua
- Busque atención médica si los calambres persisten durante más de una hora
El agotamiento por calor puede desarrollarse después de varios días de exposición a altas temperaturas y una reposición inadecuada de líquidos. Las personas más propensas al agotamiento por calor son las personas mayores, las personas con hipertensión arterial y las personas que trabajan o hacen ejercicio en un ambiente caluroso.
Los síntomas incluyen: sudoración intensa, dolor de cabeza, debilidad, fatiga, mareos, desmayos, náuseas o vómitos.
Qué hacer:
- Ve a un espacio con aire acondicionado. En los días especialmente calurosos, la ciudad abre centros de refrigeración.
- Beba bebidas frías sin alcohol.
- Dúchese o báñese con agua fría.
- Descansa.
- Busca atención médica si los síntomas persisten durante más de una hora.
El golpe de calor es la enfermedad más grave relacionada con el calor. El golpe de calor puede provocar la muerte o una discapacidad permanente si no se proporciona tratamiento de emergencia.
Los síntomas pueden incluir: temperatura corporal muy alta (más de 103 °F), piel roja, caliente y seca (sin sudoración), confusión, dolor de cabeza punzante, náuseas y pérdida del conocimiento.
Si ve a alguien con estos síntomas, llame al 911 de inmediato; se trata de una emergencia médica.
En riesgo:
- Personas de 65 años o más. Es menos probable que perciban y respondan a los cambios de temperatura. Muchas personas, especialmente los adultos mayores, tampoco sienten sed hasta que ya están deshidratadas. Deberías controlar cómo están los adultos mayores para asegurarte de que se mantengan frescos e hidratados.
- Bebés y niños pequeños (menores de 4 años). Los niños pequeños son sensibles a los efectos del calor excesivo y deben confiar en que sus cuidadores se mantengan frescos e hidratados.
- Personas con algunas afecciones médicas crónicas, como diabetes, enfermedades cardiovasculares y asma. Es menos probable que perciban y respondan a los cambios de temperatura. Además, es posible que estén tomando medicamentos que pueden contribuir a la deshidratación o interferir con la capacidad del cuerpo para regular la temperatura corporal. Los pacientes deben consultar con su proveedor de atención médica para obtener más información sobre cómo las afecciones crónicas y los medicamentos específicos pueden afectarlos durante los eventos de calor extremo.
Incluso las personas sin afecciones crónicas pueden estar en riesgo cuando hace calor. Las personas sin hogar, embarazadas, que trabajan al aire libre o que son deportistas deben tener especial cuidado de mantenerse hidratadas.
Afecciones médicas crónicas
- Diabetes: las personas con diabetes se deshidratan más rápido. Las altas temperaturas pueden cambiar la forma en que el cuerpo usa la insulina. Es posible que las personas con diabetes necesiten medirse el azúcar en sangre con más frecuencia y ajustar la dosis de insulina y lo que comen y beben.
- Enfermedad cardiovascular: las personas con enfermedades cardíacas pueden ser más vulnerables a un golpe de calor. Algunos medicamentos que se utilizan habitualmente para tratar la hipertensión arterial, como los diuréticos (píldoras de agua), pueden empeorar la deshidratación.
- Enfermedades respiratorias (asma): las altas temperaturas también pueden afectar a la calidad del aire y empeorar las afecciones respiratorias, como el asma. Visite AirNow para comprobar las clasificaciones de calidad del aire todos los días y planificar sus actividades en consecuencia.